Joy Milne siempre tuvo un superpoder, pero no sabía que lo tenía. No es, sin embargo, el típico poder que tienen los superhéroes que aparecen en las películas. No puede romper una viga de acero con un dedo. Ella tampoco puede volar. Ni de correr a la velocidad de la luz. Pero su poder no es menos importante. Y la mujer escocesa es capaz de oler la enfermedad de Parkinson.
Cuando tenía 16 años, conoció al hombre que más tarde se convertiría en su marido: Les Milne, que entonces tenía 17 años. Ambos eran nadadores y pronto se llevaron bien. Joy recuerda haber bailado con él en una fiesta y Quedó completamente cautivada por su maravilloso olor.. “Tenía un encantador olor a almizcle masculino. No llevaba ningún perfume”, explicó en una charla TEDx el pasado mes de abril.
Ese amor de adolescente acabó convirtiéndose en su compañero de vida. Después de terminar la universidad, Les se convirtió en médico y Joy en enfermera. Juntos tuvieron tres hijos. Hacían una pareja perfecta, que rara vez discutía: “No coincidíamos en cosas de vez en cuando, pero no peleábamos, peleábamos”.
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Sin embargo, cuando su marido llegó 31 añosJoy se dio cuenta de que su olor estaba cambiando. “Eso me preocupó”, señaló. Al principio pensó que era un olor que había traído del hospital y le pidió que se duchara más. No fue la solución. Ese olor no desaparecería. El problema creció y cuando cumplió 33 años, ese olor se volvió dominante. Pero ella era la el único que pudo olerlo. Nadie más. “Sin saberlo, ella le había diagnosticado una enfermedad”, recordó en la charla.
Por otro lado, el olor no fue lo único que cambió en Les. Todas esas cualidades que Joy adoraba de su marido, como su consideración, su paciencia y su tranquilidad, también desaparecieron gradualmente. Tanto cambiaron que cuando su marido cumplió los cuarenta, ella ya no parecía la misma persona. Por supuesto, no era normal. Unos años más tarde, en 45 añosFueron diagnosticados con enfermedad de Parkinson.
Cuando Les se jubiló, en una ocasión, fueron a un grupo de apoyo para personas con parkinson. Fue allí donde Joy se dio cuenta de que Su marido no era el único que tenía ese olor.. En esa habitación había muchas personas con el mismo olor penetrante que detectó en su marido cuando tenía 31 años.
Al regresar a casa, Joy sentó a Les a la mesa del comedor y le contó su descubrimiento. “Vi que su cara cambió. Se dio cuenta de que, como médico, tal vez habíamos encontrado un biomarcador que podía diagnosticar la enfermedad de Parkinson”, dijo en la charla TEDx. Ambos supieron al instante que tenían que compartir esta información con el científico adecuado. Luego fueron a ver a Tilo Kunath, un investigador. Parkinson en la Universidad de Edimburgo, aunque al principio no le interesó.
Para el investigador era algo imposible. “Normalmente no se pensaría que las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer tienen olor”, argumentó Kunath. NPR Unos años despues. Sin embargo, cuando el investigador leyó una investigación que indicaba que los perros podían oler el cáncer, cambió completamente de opinión y contactó a Joy nuevamente.
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Le hizo una prueba que él mismo creó. Kunath pidió a un grupo de personas con Parkinson y a otro grupo que no padecía la enfermedad que se pusieran una camiseta blanca durante una noche y luego la devolvieran. Luego, dejó estas camisetas para que Joy las oliera. En efecto, Adivinó correctamente todos los casos positivos..
Todos menos uno. Joy se había equivocado en un caso. Identificó ese olor en un hombre que estaba en el grupo de control. Pero ocho meses después, Kunath dijo NPREste hombre se le acercó en un evento y le dijo: “Vas a tener que ponerme en la lista de Parkinson porque me acaban de diagnosticar”.
Una nueva área de estudio
Las habilidades olfativas de Joy abrieron un nuevo campo de estudio. Unos meses más tarde, investigadores de la Universidad de Manchester realizaron un estudio más profundo que encontró 10 compuestos relacionados con el Parkinson. Este descubrimiento condujo a la creación de un prueba para detectar la enfermedad. Por el momento, las pruebas se han realizado con éxito en laboratorios, pero los científicos ya están evaluando si se pueden utilizar con éxito en entornos hospitalarios.
El objetivo final es desarrollar una herramienta que puede detectar el Parkinson temprano. Y actualmente, esta enfermedad suele ser bastante difícil de diagnosticar. Según la Universidad de Manchester, existen hasta 40 tipos diferentes de síntomas y pueden variar mucho de un paciente a otro. Además, muchos de estos síntomas pueden atribuirse a otras enfermedades.
En este sentido, el desarrollo de esta nueva prueba puede ser fundamental para detectar precozmente esta patología y poder tratarla en una fase temprana. “Por el momento no existen curas para el Parkinson, pero un diagnóstico confirmatorio les permitiría recibir el tratamiento adecuado y los medicamentos que ayudarán a aliviar sus síntomas”, explicó a El guardián Perdita Barran, profesora de espectrometría de masas en el Instituto de Biotecnología de Manchester de la Universidad de Manchester y una de las investigadoras involucradas en el estudio.
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