De la resistencia

Son las siete y media de la mañana del sábado previo a las elecciones en el Chaco y el gobernador y candidato a la reelección, Jorge “Cocinero” Capitanich, se dirige hacia una zona rural en las afueras de Resistencia. Conduce su propio coche, va solo. Detrás de él, en caravana, sigue la tribu de funcionarios, militantes peronistas y equipos de prensa y comunicación de la campaña. Avanza levantando polvo por las calles de tierra, y nadie sabe -excepto él- cuál es el siguiente punto de la ruta. Finalmente llegan al popular barrio “Zampa”, en proceso de urbanización. El recorrido -el último de una larga serie, que incluyó 150 localidades en los últimos 15 días, según dijo el gobernador- se completa con otra parada en Pedro Pescador, un pueblo pesquero cercano al Puente General Belgrano, en la frontera. con el río Paraná y la provincia de Corrientes. Y otro, también a orillas del río, que incluye fotos con trabajadores de la UOCRA dedicados a las obras de un acueducto con destino al interior provincial. La oposición, encabezada por el candidato radical Leandro Zdero, lo acusa de violar la veda electoral, pero el oficialismo chaqueño celebra el nivel de despliegue de su candidato: dicen que El maratón del “Coqui” en busca de la remontada comenzó al día siguiente de la derrota en las PASO del 18 de junio y nunca se detuvo. Ni siquiera la víspera de las elecciones generales.

“Fue literalmente una campaña puerta a puerta. Dondequiera que había una asamblea vecinal, con temas como ripio para las calles o alumbrado público, por pequeña que fuera, Coqui no faltaba, estaba ahí”, dijo Pagina 12 un diputado provincial que apenas se separa del gobernador. Los esfuerzos por la remontada también incluyeron inauguraciones -rutas, redes de fibra óptica en El Impenetrable, represas, hospitales, viviendas- y aumentos salariales para los empleos públicos. Y acuerdos políticos, como el alcanzado con el exgobernador y excandidato Peppo del domingo, quien finalmente declinó su nominación en favor de Capitanich. Todo apunta a “un escenario mucho mejor que en las PASO”dicen en el comando de campaña del oficialismo, y hasta arriesgan que “Hay posibilidades de ganar en la primera vuelta”.

La tarea no parece fácil, sino más bien ardua. en el búnker Leandro Zdero, el principal candidato de la oposición, se ven con ventaja y también apuestan a resolver el pleito este domingo. El objetivo es retener el 42,4 por ciento que cosechó la coalición “Chaco Cambia” hace tres meses y pescar nuevos votos en la porción del electorado que estuvo ausente en las primarias (en las PASO sólo votó el 63,4 por ciento de los electores). “Nuestras expectativas son buenas y estamos pidiendo a la gente que vaya a votar. Creemos que hay una mayoría que busca un cambio cultural en la provincia y que estamos cerca de lograrlo”, señalaron desde el radicalismo provincial. “Pero somos prudentes, el domingo puede pasar cualquier cosa”, añaden.

En Chaco, el sistema electoral sigue el modelo del nacional: se gana en primera vuelta superando el 45 por ciento o el 40 con más de diez puntos de ventaja sobre la segunda. En caso contrario, habrá votación. Para llegar a la meta, el rival necesita crecer tres puntos y Capitanich nueve. Dada la polarización en la que la campaña entró en la última recta, la segunda vuelta es el escenario más probable. Se espera una lucha voto por voto, con resultado incierto.

Capitanich sabe de resultados cerrados. En 2007, cuando compitió con la etiqueta “Chaco merece más” y fue elegido gobernador por primera vez, ganó por apenas 0,23 por ciento sobre el radical. Ángel Rozas, unos 1.200 votos en un registro de casi un millón. Rozas, aquella vez, no reconoció la derrota hasta el conteo final.

Las expectativas de Capitanich

En el mando del gobernador basan su optimismo en un dato que entienden clave. Hace dos años, en Elecciones de mitad de período de 2021el oficialismo chaqueño perdió en las PASO contra Juntos por el Cambio por casi diez puntos, y dos meses después, en las elecciones generales, la mesa se volteó y el resultado fue de 44,33 por ciento para el Frente de Todos y 42,75 para la oposición. La estrategia para revertir el resultado fue similar a la que intentaron implementar este año: bajar al territorio y mejorar la economía diaria. A medida que se acercaba el domingo, crecían las expectativas en la oficina del gobernador -con varias encuestas en mano- de poder repetir aquella “hecha”.

Otro dato alentador fue el resultado de las PASO presidenciales. Chaco fue una de las pocas provincias del país donde Unión por la Patria obtuvo el primer lugar, con el 36,6 por ciento de los votos. Sergio Massa, además, fue el candidato único más votado, por encima de Javier Milei. Resolver la disputa provincial en primera vuelta permitiría al gobernador subirse al tren de la campaña nacional, algo que aún no ha podido hacer. Hubo conversaciones con terminales peronistas para que el candidato presidencial visite el Chaco, de darse ese escenario, durante la primera semana de octubre.

Finalmente, se depositan expectativas en el colapso de la candidatura de Gustavo MartínezActual alcalde de Resistencia y ex aliado de Capitanich. Martínez armó su propio frente y obtuvo un nada despreciable 8,87 por ciento en las PASO, que son claves para las aspiraciones de reelección del gobernador. En el PJ de Chaco advierten que hicieron todos los esfuerzos para evitar la ruptura, y que las negociaciones estuvieron a la orden del día hasta último momento, pero Martínez no se dio por vencido. “Le ofrecimos todo. Está jugando en Zdero porque quiere retirar a Coqui”, dicen. En cualquier caso, entienden que el candidato B del peronismo se estaba desinflando y que, en caso de una segunda vuelta, sus votos irán al oficialismo.

El factor Cecilia Strzyzowski

Los chaqueños votaron en las PASO en medio de un clima político tenso por el feminicidio de Cecilia Strzyzowski. Tres meses después, el escenario cambió. Los principales imputados por el asesinato, incluido el líder social Sena emerencianosu esposa Marcela Acuña y su hijo, César SenaAdemás, permanecen detenidas cuatro personas acusadas de encubrimiento. Se espera que los presos lleguen al juicio oralque todo indica será el próximo año. Velocidad judicial desmanteló el eje principal de la campaña opositoraa partir de la acusación del gobernador de buscar impunidad para el Sena, líderes sociales que estaban en su fórmula y que estuvieron unidos durante años por algo más que una buena sintonía política.

La Secretaría de Derechos Humanos de la provincia se sumó como querellante al caso. En el medio, también hubo una reunión entre el gobernador y la familia de la víctima, por la que intercedió el propio presidente. Alberto Fernández. Las movilizaciones exigiendo justicia han disminuido en los últimos tiempos, aunque El edificio de la Fiscalía del Estado de Chaco, en pleno centro de Resistencia, sigue vallado y buena parte de la Ciudad sigue adornada con los lazos rosas y blancos que recuerdan a Cecilia. El oficialismo cree que las peores implicaciones políticas del caso han pasado.

En la oposición piensan lo mismo, aunque con matices. “Pase lo que pase con la causa, la gente no quiere que continúe la alianza entre Capitanich y los piqueteros, quienes reciben más dinero que los propios alcaldes. Hubo una ruptura social”, dice un legislador local del radicalismo. En las horas previas a la votación circularon noticias falsas que sugerían que el partido gobernante había contado como positivo el voto de Cecilia, pero rápidamente fue desmentida.

La UCR busca otro golpe

Frente a un peronismo dividido, la oposición huele sangre. Este jueves, antes del cierre de campaña, Zdero recibió al gobernador de Corrientes para una conferencia de prensa. Gustavo Valdésy al gobernador electo de Santa Fe, Maximiliano Pullaro. Un trío que apuesta por consolidar el predominio radical en una especie de cordón de provincias limítrofes con Paraná. Por ello, parte de su discurso también se centró en el problema del narcotráfico. Zdero juega a nivel nacional cerca del sector “palomas” de sus correligionarios, donde también tallan al jujeño Gerardo Morales y el porteño Martín Lousteau.

El misterio está en los votos del sector del histórico Ángel Rozas, al que aún responden varios intendentes radicales de la provincia. El rozismo, que llevó a Juan Carlos Pollini En las PASO fue derrotado por Zdero, pero por un margen muy estrecho. Si esta estructura no acompaña –como deslizan algunas voces en la política chaqueña– la suerte de Zdero está echada.

De ganar Chaco, Juntos por el Cambio consolidaría un bloque de provincias que cambiaron de signo político este año, donde ya cuentan San Luis, San Juan, Santa Cruz y la propia Santa Fe, todas tomadas de distintas facciones del peronismo.

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