El alcohol puede desencadenar múltiples problemas en los adolescentes; Afecta a tu salud física y emocional, por ejemplo. Te contamos algunos programas para prevenir el consumo de esta sustancia en menores.

Última actualización: 16 de septiembre de 2023

El abuso de alcohol en adolescentes es una situación que se presenta con frecuencia y va en aumento. De hecho, junto con el tabaco y la marihuana, son las tres drogas más consumidas por esta población en el mundo. Sin duda es algo que genera preocupación y requiere la implementación de mecanismos para prevenirlo.

En este sentido, se desarrollan programas que ofrecen a los jóvenes y sus familias diferentes alternativas para contrarrestar los efectos nocivos del alcohol. Estos se caracterizan por brindar información sobre el tema y brindar apoyo a los adolescentes y miembros de su núcleo familiar, quienes son bastante relevantes en el proceso.

En este artículo nos hacemos eco de algunas de aquellas iniciativas que nos permiten afrontar el abuso de alcohol en los adolescentes, así como recordar algunas de las implicaciones y motivos que se relacionan con el consumo excesivo de esta sustancia.

Según la Organización Mundial de la Salud, prácticamente la mitad de la población europea de entre 15 y 19 años ha consumido o consume actualmente alcohol.

~ Eduardo Fonseca ~

¿Qué implica el abuso de alcohol?

El alcohol es una molécula fácilmente soluble en agua que actúa deprimiendo el sistema nervioso central. El abuso de dicha sustancia puede desarrollar diversas lesiones en áreas del cerebro, como el cuerpo calloso, los cuerpos mamilares o el tálamo.

En consecuencia, como señala un artículo publicado en la revista pensamiento psicológico, El consumo de alcohol es una acción que tiene repercusiones en la salud pública, así como en las relaciones familiares y sociales.

Además, se ha confirmado que, incluso en pequeñas dosis, Esta sustancia altera funciones importantes, como la autocrítica y la percepción del entorno, además de modificaciones en las funciones motoras normales y la capacidad perceptiva.

En el caso de los adolescentes, los riesgos son mayores si tenemos en cuenta que en esta etapa se produce un proceso de maduración de estructuras cerebrales, como la corteza prefrontal y el sistema límbico. Es más, en un artículo de la revista Pediatría Atención Primaria Se indica que el hipocampo es otra de las zonas afectadas por la ingestión.

El consumo de alcohol puede provocar problemas de conducta, insomnio, depresión y ansiedad.

~ Asociación Americana de Psiquiatría ~


¿Por qué los adolescentes consumen alcohol?

Según un estudio publicado en Psicología Iberoamericanaen el que se realizaron varias preguntas abiertas a 550 jóvenes, se encontraron las siguientes razones que impulsan el consumo de alcohol en este grupo de edad:

  • Albardilla: Están relacionados con aspectos como la evitación de problemas, una disminución de las preocupaciones o sentirse más confiado o seguro.
  • Hedonismo: Se refieren a aspectos como la búsqueda de sensaciones, a través de los efectos del alcohol, además de estar relacionados con el gusto o reacciones energéticas al consumirlo.
  • Afectivo: Corresponden a emociones positivas que se asocian al consumo, así como a sensaciones de relajación. Sin embargo, también se encontraron relaciones con emociones de otra índole, como la depresión, la ansiedad o el estrés.
  • Social: Tienen que ver con dinámicas que se realizan de manera grupal, como celebraciones o eventos de diversa índole. Asimismo, se vinculan con la sensación de que el alcohol desinhibe y da la sensación de que facilita la socialización.

La prevención como antesala del tratamiento

Durante años, los expertos han reflexionado que más vale prevenir que curar. ¿Cómo prevenir estas conductas antes de que sea demasiado tarde? ¿Cómo prevenir que se produzca la adicción al alcohol? En este sentido, Se desarrollan muchas intervenciones, de las cuales mencionaremos las más importantes a continuación.

Programas generales de prevención

Estos se basan en la premisa de que “el conocimiento es poder”. Así, estas iniciativas intentan potenciar la información que tienen los adolescentes sobre el alcohol y las consecuencias de su abuso.

También inciden en los factores de riesgo para el desarrollo del alcoholismo y ofrecen alternativas de ocio saludables que sustituyen esta sustancia nociva. Se destacan los siguientes programas:

  • Entrenamiento de habilidades para la vida: Es multimodal, es decir, abarca más sustancias que el alcohol. Como tal, es una formación que dota a los adolescentes de habilidades que les permitan resistir las presiones sociales y les ayuden a fortalecer su autogestión individual y social.
  • Programa de fortalecimiento familiar: Es para padres y jóvenes, consta de siete sesiones condensadas en una semana, de dos horas de duración cada una. Se desarrolla conjuntamente con padres y adolescentes, siguiendo un modelo biopsicosocial.
  • ESTRELLAS: Empieza a Tomar los Riesgos del Alcohol en Serio es una intervención que se realiza en el contexto familiar y escolar, dirigida a jóvenes entre 11 y 15 años. El objetivo es posponer el consumo de alcohol hasta la edad adulta, motivando la revisión de estadísticas y factores de riesgo significativos para reducir la vulnerabilidad que produce el consumo de estas bebidas en menores.

La eficacia de estas intervenciones está respaldada por sus efectos. Por ejemplo, Al reducir el consumo, se produce una menor tasa de accidentes de tráfico que involucran a jóvenes. Además, también son eficaces cuando se aplican en contextos escolares y comunitarios.

Intervenciones centradas en las familias

Los problemas de los jóvenes a menudo surgen y se explican por su contexto. En este sentido, las familias juegan un papel importante a la hora de fijar el objetivo de reducir el abuso de alcohol en los adolescentes. De hecho, está comprobado que la intervención familiar ofrece mejores resultados que cuando hay un trato exclusivo con el menor.

Por ello, existen algunas pautas que los padres deben tener en cuenta para llevar a cabo con sus hijos ante este problema. Entre ellos destacan los siguientes:

  • Educar en valores relacionados con la salud.
  • Promover conductas de ahorro y buen uso del dinero.
  • Promover la implementación de objetivos o metas educativas que ofrezcan futuro.
  • Ofrecer tiempo de calidad, a través de actividades o pasatiempos que generen satisfacción a los familiares.
  • Actuar como modelos de conducta positiva y autocontrol ante bebidas embriagantes u otras sustancias nocivas.
  • Habla con tus hijos en los momentos en que sean receptivos sobre las consecuencias del consumo excesivo de alcohol.

Hay estudios que aluden al factor protector de valores familiares como la solidaridad, la cohesión familiar y la supervisión parental.

~ Dr. José Galbe ~


Un compromiso de todos

El abuso de alcohol en los adolescentes es una realidad a la que parece que nos estamos acostumbrando a convivir. De este modo, Hay que hacer saltar las alarmas y recordar los diferentes riesgos que conlleva esta situación. De hecho, según información del Instituto Nacional sobre Abuso de Alcohol y Alcoholismo en EE.UU., en 2019, 2 de cada 100 adolescentes entre 12 y 13 años reportaron que consumían alcohol.

Hay que tener en cuenta que, además de los programas e intervenciones mencionadas, también es posible desarrollar actividades o proyectos que permitan a los jóvenes centrarse en otros ideales deportivos, artísticos, laborales, etc.

En definitiva, se trata de aunar esfuerzos, Destacar la importancia de prevenir esta situación. y enseñar a los menores que no hay razón para refugiarse en esta sustancia cuando tienen todo un futuro por delante.

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