¿Dormir a oscuras o con un poco de luz? Esto es lo que dice la ciencia.
Es mejor dormir a oscuras que con poca luz.
La calidad del sueño es clave para tener un buena salud y, por tanto, debemos elegir las mejores condiciones para lograrlo. Y ahí es donde surge la pregunta. cuanta luz puede haber en la habitación donde duermes y cómo debe ser el ambiente.
Como leemos en el especial “Sueño saludable: evidencia y guías de acción” de la Revista de Neurología realizado por la Sociedad Española del Sueño, hay dos recomendaciones muy claras al respecto. El primero de ellos es: “Dormir en la oscuridad, no dejar la luz ni la televisión encendida. Utilice mascarilla si no se puede evitar la contaminación lumínica de la calle”. Asimismo, el segundo señala lo siguiente: “Mejorar el ambiente y condiciones de la habitación durante el periodo de sueño: silencio, oscuridad y temperatura adecuados. Cúbrete los ojos con una mascarilla y usa tapones para los oídos”.
Mejor en la oscuridad
Por lo tanto, de este documento se desprende que el condiciones de sueño más adecuadas Es oscuridad total. La principal explicación a esta afirmación es que cualquier tipo de luz es capaz de alterar la hormona que nos ayuda a descansar. Al fin y al cabo, nuestro cerebro está diseñado para alertar al resto de órganos de que tienen que activarse o descansar en función de la luz -algo propio de la hora del día- que detecta.
Entonces, si el cerebro detecta que no debe secretar melatonina –hormona del sueño–, el nivel de azúcar en nuestro organismo aumenta, al igual que la presión arterial, llevándolos a los niveles necesarios para realizar cualquier actividad. El resultado es una complicación mayor no sólo para conciliar el sueño, sino también para que éste sea reparador y nuestro cuerpo descanse.
aumentar la melatonina
Como explica la Dra. María del Rocío Aparicio, Directora del Programa Nacional de Diabetes de dicho ministerio, en el sitio web del Ministerio de Salud Pública de Paraguay: “La melatonina ayuda a bajar el azúcar en la sangre, bajar la presión arterial y repara todo el cuerpo, hace nuestras células se regeneran y que el cerebro descanse bien. Cuando no se duerme bien, ninguno de estos efectos se manifiesta. Como consecuencia de no dormir bien, aumenta el azúcar en la sangre, aumenta la presión arterial (diabetes e hipertensión arterial) y predispone a ganar peso. Una persona, simplemente por no dormir bien, puede engordar hasta 4 o 5 kilos en un año. Existe un mayor riesgo de sufrir un ataque cardíaco, un derrame cerebral y aumenta la incidencia del cáncer”.
En definitiva, para dormir mejor es necesaria una mayor oscuridad, porque así el cuerpo descansará mucho más. Sin embargo, las nuevas tecnologías están provocando precisamente lo contrario, provocando un número cada vez mayor de insomnes.
El insomnio crece
Para corroborar este hecho hay que volver a otras informaciones de la Sociedad Española del Sueño, donde se afirma que “el problema es cada vez peor y detrás de este aumento está la aumento del uso de dispositivos electrónicos”, que son cada vez más utilizados por la mayoría de la gente.
