Él El déficit fiscal se disparó en 2020 y 2021 hasta acercarse al 10% del producto interior bruto (PIB)frente al 8,5% de 2019, según el último análisis realizado por el Ministerio de Economía. Esta brecha entre lo que gasta e invierte el Estado y lo que se recauda en este territorio Fueron 21.982 millones de euros en 2021, el 9,6% del PIB; y 20.772 millones en 2020, el 9,8% del PIB. Se trata de uno de los registros más altos desde 1986, año del que hay datos y que ya está en 2.831 euros por habitantesegún estos cálculos.

En plena etapa de Negociaciones para una hipotética investidura de Pedro Sánchezel ‘Consejero’ de Economía, Natalia Masha insistido en criticar”la falta de transparencia” del Ministerio de Hacienda y ha recordado que el último año en el que el Estado envió datos y que estaban incompletos fue en 2018. Todo ello se refleja también en los últimos datos sobre la ejecución de inversiones en Cataluña, que deberían haberse publicado en mayo Mas ha afirmado que el déficit fiscal ha alcanzado un nivel “récord” y es el tercero más alto, después del 10,1% en 1992 y 2002.

El déficit fiscal es “una asfixia sostenida, injusta y deliberada”, destacó el ‘consejero’. Recordó que esta situación se mantiene desde hace 35 años, supera el modelo de solidaridad entre territorios y se da “gobierne quien gobierne el Estado”. Todo ello requiere, ha insistido, una “relación bilateral con el Estado” para una mejora “estructural” de la financiación.

Flujo monetario

El Ejecutivo catalán utiliza el método de flujo monetario para hacer estos cálculos, que se basa en la diferencia entre lo que el Estado gasta e invierte en Cataluña y lo que se recauda en este territorio. Al no haber datos enviados por el Ministerio de Hacienda, la información se obtiene de la liquidación de ingresos del Estado, de las inversiones de las empresas públicas de Cataluña, de los ingresos de Enaire y de los puertos o de los ingresos y gastos de la Seguridad Social. No se han tenido en cuenta los gastos del Estado por programas y capítulos territorializados o de organismos autónomos.

Según estos cálculos, Cataluña Contribuyó con el 19,3% de los ingresos tributarios en 2020 y el 19,2% en 2021.. El gasto, por su parte, fue el 13,7% y el 13,6% del total, respectivamente, muy por debajo del peso económico del 19% y poblacional (16,4%) que representa Cataluña. El déficit fiscal promedio de los últimos años sigue siendo del 8,1% del PIB. Si la estimación se realiza con las inversiones de la Administración central y de empresas públicas, que es la parte más discrecionalMas ha remarcado; Los ingresos representan el 19,2% del total y los gastos el 9,2%. Si se hace con la Seguridad Social, la recaudación es del 19,2% del total y el gasto es del 16,7%.

Capacidad de gasto e inversión

A la hora de defender los presupuestos de la Generalitat para 2023, Mas insistió en denunciar el déficit fiscal “crónico” que, a su juicio, limita la capacidad inversora y de gasto de la Generalitat y que es “obsoleto y arbitrario” y con reiterados incumplimientos de la inversión del Estado en Cataluña.

El informe anterior, presentado hace un año, situaba el déficit fiscal de Cataluña en 20.196 millones de euros en 2019, el 8,5% del PIB. Esta proporción estaba medio punto por encima de la media desde 1986. Esto sirvió al anterior responsable de Economía, Jaume Giró, de Junts, para denunciar la situación de “evidente injusticia crónica, que hay que recordar y denunciar”.

Como ha ocurrido en las últimas ocasiones, el dato es una estimación, ya que desde 2018 el Estado no envía a las comunidades autónomas información específica sobre la evolución de los saldos fiscales. Luego de una primera versión durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. (PSOE) en 2008 con datos de 2005, sin publicarse más; el PP, a petición del entonces Ministro de Hacienda, Christopher MontortoCambió el sistema y situó este desequilibrio en 2012 en el 3,75% del PIB, con 7.439 millones de euros.

Estas son las cifras que arroja la segunda entrega del cuentas territorializadas elaborado por un grupo de expertos liderados por ángel de la fuente, designado por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. En el correspondiente a 2011, que sustituyó el concepto de saldos fiscales, este estudio arrojaba un déficit para Cataluña de 8.455 millones o el 4,35% del PIB.

Según los cálculos del Gobierno, Cataluña aportó el 19,6% de sus ingresos totales al Estado en 2019, mientras que recibió el 13,4% del gasto realizado en el conjunto del Estado, proporciones similares a las de 2020 y 2021.

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Existe déficit fiscal cuando los ingresos obtenidos en un territorio superan los gastos que se le asignan. Se puede calcular por el método de flujo monetarioel utilizado por la Generalitat, o por el de carga-beneficioque redistribuya gastos e inversiones en todas las autonomías, lo que supone un enorme grado de dificultad, y redunda en un menor déficit.

Un ejemplo: con el primer sistema de Defensa sólo se computa si efectivamente gasta o invierte en un territorio, mientras que con el segundo el beneficio de su actividad se distribuye en función del peso de cada territorio, gaste o no invierta en eso. Expertos afirman que el sistema de flujos monetarios revela el efecto económico de las acciones del Estado en un territorio; mientras que el método carga-beneficio intenta calcular el impacto de las acciones del sector público central en el bienestar de los individuos que residen en un territorio.

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