El plan maestro de Milei para reformar y dolarizar a la Argentina depende de la agricultura

El plan del próximo presidente de Argentina, Javier Milei, para reorganizar la economía del país depende de un elemento clave: la lluvia. Para que la dolarización avance sin excesivos problemas y la recesión que pronostican los analistas no sea catastrófica, todo depende de que el clima sea favorable y que no se repita una sequía como la que ha arruinado este año la agricultura, principal fuente de ingresos. las monedas del país. Porque, hasta que las reformas que el libertario pretende implementar no surtan efecto, se lo estará jugando todo con la soja.
La importancia de la agricultura en la economía argentina es estratosférica. El sector representa el 17% del PIB, el 24% del empleo y el 65% de las exportaciones. Dos de cada tres dólares que ingresan al país lo hacen a cambio de soja, maíz o trigo, ya sea crudo o en productos preparados, como piensos o aceites. Y Milei va a necesitar cada uno de esos dólares si quiere abandonar el peso y cerrar el Banco Central sin desatar el caos.
De hecho, gran parte de la severa crisis que vive el país este año se debe a la enorme sequía que ha arruinado un enorme porcentaje de las cosechas. La recaudación de impuestos por la venta de productos agrícolas se ha desplomado de 57.000 millones de dólares en 2022 a sólo 24.200 millones para todo el año, según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Y lo más preocupante para el país es que, pese a este desplome, el sector agrícola sigue siendo, con diferencia, la principal fuente de divisas del país, con unas exportaciones cercanas a los 33.000 millones hasta octubre.
Si la cosecha falla, Buenos Aires sufre un doble golpe. Por un lado, los exportadores no traen los dólares que el Banco Central necesita para importar bienes del exterior y pagar sus deudas millonarias en moneda estadounidense, lo que obliga al Gobierno a restringir las importaciones para ahorrar los preciados ‘billetes verdes’ que entran. Y, dado que el Estado se queda con más del 60% de los ingresos por ventas de cereales en impuestos, La sequía provoca el colapso de la recaudación de impuestos.. Y el Gobierno ha respondido a este agujero en sus cuentas imprimiendo nuevos billetes, una de las razones clave por las que la inflación se ha disparado a más del 140%.
Así, Milei queda en manos de las nubes para que su programa funcione. Cuanto más crezca el grano estos años, más dólares tendrá disponibles y más fácilmente podrá recortar la exorbitante emisión de pesos por parte del Banco Central sin tener que hacer recortes draconianos en los presupuestos (más del 15% del que ya pretende salvar desde el principio). Y Para que su plan de dolarización llegue a buen puerto necesita ingresos estables en divisas que den confianza a ciudadanos e inversionistas. y para evitar que los presupuestos suban y bajen locamente cada año o que desencadenen una fuga de capitales al menor signo de peligro.
El deseo de Milei es que, si la teoría funciona, un par de años de recesión y reorganización brutal de una economía protegida e ineficiente permitan al país cerrar o vender los sectores que menos rentabilidad dan y centrarse en los que tienen mejores perspectivas. Lo ideal sería que una nueva Argentina reestructurada, abierta a las importaciones y a la inversión extranjera y centrada en producir los bienes y servicios en los que sea más eficiente, dejara de depender tanto de los cultivos. Pero hasta entonces, la importancia de cada grano será mayúscula.
Una cosecha “razonable” en 2024
La Bolsa de Cereales de Buenos Aires espera que la próxima cosecha sea “razonable”, aunque “no va a ser la mejor porque tenemos todo un entorno macroeconómico y otros que ha provocado que muchos no desplieguen su potencial”, en palabras de su presidente, José Martins, en la presentación de las previsiones para el año que viene el pasado mes de julio. En números, Esperan que la recaudación sea de 36.000 millones, un 50% más que en la cosecha fallida de este año pero todavía lejos de los 57.000 millones del último buen año.
Una de las medidas que se espera que tome Milei es deshacer la confusa lista de diferentes tipos de cambio creada por el gobierno peronista saliente y reducir los fuertes impuestos a los granos. El resultado sería animar a los agricultores a vender las toneladas de grano que tienen almacenadas en silos y que solo retiren cuando necesiten ingresos, para evitar que se devalúen los pesos que reciben. Cuanto más se les pague, menos necesitarán para almacenar cultivos. Pero eso sólo serviría para obtener un ingreso extraordinario temporal, ya que los inventarios volverán a la normalidad más pronto que tarde.
Pero sin conocer la letra pequeña de los planes del presidente electo, lo que sí está claro es que él y los argentinos estarán rezando a la ‘Virgen de la Caverna’ para los próximos años. Cada día que llueva, la recesión que se presenta como un peaje inevitable para reformar el país será un poco menos dura.