A una semana de la toma de posesión de Alberto Núñez Feijóo, la soledad del PP en el Congreso es cada vez más evidente. Este martes, en el pleno que lanzó la reforma que permitirá el uso de las lenguas regionales oficiales, el líder gallego vio cómo uno de sus aliados, Coalición Canaria, cambiaba de bando, temporalmente, para sumarse al incipiente bloque en esta votación. para intentar armar a Pedro Sánchez para su reelección. Ni siquiera su alianza con Vox salió bien: los diputados de extrema derecha abandonaron la cámara nada más empezar la sesión, y su líder, Santiago Abascal, arremetió contra Borja Sémper por utilizar el euskera en su discurso.

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Feijóo tiene 172 votos comprometidos para la doble votación de la próxima semana, que sumarán 178 en contra, si nada cambia estos días. Y no lo parece, porque el PNV reiteró este lunes su negativa. Su portavoz, Aitor Esteban, informó de que su líder ya lo había hecho personalmente en una reunión con el líder del PP el pasado 7 de septiembre. Una cita que se había mantenido en secreto, pero que se reveló el propio lunes por la mañana.

De esos 172, 137 son nuestros. Los 33 de Vox se marcharon nada más decir el diputado del PSOE José Ramón Besteiro desde la Tribuna del Congreso las primeras palabras en una lengua distinta al español más allá de leves frases autotraducidas, como había ocurrido, de vez en cuando, hasta entonces.

La soledad de Feijóo se hizo más evidente a medida que avanzaban las intervenciones de los grupos que defendían la reforma de la normativa. Los portavoces que subieron al estrado, uno a uno, reprocharon de diferentes formas al líder del PP su negativa a apoyar una iniciativa como esta. Algunos incluso le criticaron por no aprovechar una oportunidad como ésta para tomar la palabra él mismo y hablar en gallego.

El primero de ellos fue el propio Besteiro, también gallego y que se perfila como candidato de la Xunta por el PSdeG, que mostró su sorpresa ante el rechazo del PP. “Lo encuentro tan incomprensible como doloroso”, afirmó el portavoz socialista. “El PP, contra el gallego”, ha añadido, ironizando después sobre los argumentos esgrimidos estos últimos días por Feijóo para rechazar la norma: el uso de auriculares: “¿Realmente no merece la pena el esfuerzo de adaptarse al multilingüismo”, opina el Tribunal Constitucional ¿Defiende que es una riqueza cultural la que debemos preservar, sólo para evitar un pingüino?






A partir de entonces, todas las intervenciones mencionaron a Feijóo, que o miraba impávido a la pantalla con la traducción delante o sonreía, como cuando le interrogó la portavoz de Sumar, Marta Lois. “El actual candidato a la Presidencia del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo, habla en gallego en el Parlamento de Galicia. “¿Por qué se esconden y mienten sobre una realidad que ya está completamente normalizada?” preguntó el representante de A Coruña.

Lois extendió sus críticas a la sesión de investidura que tendrá lugar la próxima semana, y que claramente fracasará. “Están demostrando una enorme impotencia y una enorme irresponsabilidad. España no tiene la culpa de sus problemas internos. A ella no le preocupa si manda usted, el señor Feijóo, o el señor Aznar. Felizmente despedimos al señor Aznar hace 20 años y a usted le queda muy poco”, vaticinó entre los aplausos de su banquillo.






Seguramente una de las críticas más dolorosas para Feijóo ha sido la del PNV, al que ha intentado cortejar hasta esta misma semana. “El nuevo salvador que nos llega desde Galicia habló del Congreso de los auriculares. Serán necesarios para los monolingües. ¿Pero de quién es la culpa? “¿Quién conoce el idioma o quién no?” espetó el portavoz de Jeltzale, Joseba Agirretxea.

El diputado vasco instó al PP a hacer su propia propuesta, ya que es el PP el que habla continuamente de la “diversidad y riqueza cultural” del país: “Están llenos de castellanocentrismo. No pueden sacudirse la sombra del imperio, temen a todos los que son diferentes. No saben vivir en la diversidad, toman como enemigo a los que no son españoles”.

Vox pone a prueba al PP

Vox fue eliminado de casi todo el pleno (salvo una intervención final), la posición contraria a la propuesta fue defendida en la tribuna por el diputado del PP vasco Borja Sémper, portavoz de la dirección del partido que el lunes desacreditó el uso de auriculares. “No nos vamos a tonterías, en el Congreso vamos a hablar en español”, afirmó.

Pero el irunés sí utilizó el euskera en su discurso. Lo hizo como ya le permitieron hacerlo en el Congreso: primero en el idioma cooficial, y luego se tradujo él mismo al español. Un intento de “demostrar”, en palabras del PP, que no era necesario cambiar el Reglamento para incluir frases en otros idiomas. La reforma que se aprobará el jueves va más allá: establece el multilingüismo en todos los niveles de trabajo del Congreso.

Para Sémper, la jugada, que sólo explicó en un segundo turno, resultó normal. Tanto es así que espantó a los pocos diputados de Vox que, en pleno debate, habían regresado a sus escaños tras seguir a su líder en la cola para arrojar los dispositivos electrónicos de traducción simultánea al asiento de Pedro Sánchez.






Cuando los representantes de la extrema derecha escucharon al portavoz aliado hablar en euskera, volvieron a abandonar la sala asustados y alborotados, provocando que el orador se confundiera y los demás se rieran.

La anécdota se produjo en el interior del Pleno mientras en el exterior se gestaba una pelea entre el PP y Vox. Abascal anunció a la prensa su intención de llevar al Senado una iniciativa para acabar con el uso parcial de lenguas oficiales distintas del español en la Cámara Alta, donde Feijóo tiene mayoría absoluta.

La extrema derecha busca así asestar un golpe a la “mayoría” que, reconoció, se está reuniendo en el Congreso en torno a Pedro Sánchez. “Esa mayoría es minoría en el Senado”, recordó. “Esperamos que el PP apoye una iniciativa para que, al menos, haya una Cámara en España en la que todos los españoles podamos entendernos”, concluyó.

Un problema para el PP que, salvo que cambie de opinión, no apoyará esta medida, según fuentes del partido consultadas por elDiario.es. De hecho, Feijóo y el propio Sémper han defendido en las últimas semanas lo que se está haciendo en el Senado (un uso modulado, en algunas iniciativas sin rango de ley y en la Comisión de Comunidades Autónomas) como posible opción para el Congreso.

La propuesta se registró durante la tarde de este martes y se espera una tormenta entre el PP y Vox, que en los últimos días han elevado el tono de enfrentamiento.

Para colmo, Abascal (ex militante del PP en Euskadi) dejó un mensaje para Sémper, que ha alardeado en el pasado de la “amistad” que une a ambos: “Me sorprendió que se llame canelo”.

La posición del PP, entre dos aguas, quedó clara tras el Pleno. Fuentes de la dirección de Feijóo tildaron de “coartada” la reforma del Reglamento que se aprobará este jueves, y que el objetivo no es “promover las lenguas” sino “impulsar a un candidato”. Según estas fuentes, si el objetivo fuera “promover las lenguas” estarían “a favor”.

Pero, al mismo tiempo, la reforma “tiene que avanzar en la España plurinacional”, según las mismas fuentes. Un doble mensaje (estar a favor, pero no; estar en contra, pero sí) que aprovechan sus rivales en el voto más a la derecha de la derecha y que el PP comparte con Vox. Pero también internamente quienes apuestan por un endurecimiento del discurso, con la presidenta de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la cabeza.

De este hilo tiró el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que no desaprovechó la oportunidad para dejar un mensaje a Sémper: “Espero que la derecha española se parezca más a usted y no a (la presidenta madrileña, Isabel Díaz) Ayuso. “Me gustaba oírle hablar en euskera, pero sus socios de gobierno en comunidades y ayuntamientos se han ido al oírle”.

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