Un equipo de investigadores del Instituto de Oncología del Vall d’Hebron (VHIO) ha demostrado que la leche materna contiene ADN de tumores de mamalo que abre la puerta a ser utilizado como biopsia líquida para diagnosticar el cáncer en etapas tempranas.

El estudio, publicado en la revista Cancer Discovery, se basa en la preocupación de una paciente con cáncer de mama que temía haber transmitido la enfermedad a su bebé mientras estaba amamantando, ya que le diagnosticaron poco después de haber dejado de amamantar a su segunda hija. y estar embarazada de su tercero.

La jefa de la Unidad de Mama del Hospital Vall d’Hebron e investigadora del VHIO, Cristina Saura, explicó a Efe que esta paciente trajo un muestra de leche materna que había guardado en su congelador.

“Aunque le dijimos que no había riesgo de transmitir el tumor, decidimos analizar la muestra en la búsqueda de marcadores que nos puedan ayudar en la investigación”, afirmó.

Los investigadores observaron que en esta bolsa, recogida unos 18 meses antes del diagnóstico, ya había ADN tumoralconocido como ADN tumoral circulante (ADNct).

Tirando del hilo, los investigadores recogieron muestras de leche materna y sangre. de más pacientes con cáncer de mama diagnosticados durante el embarazo o posparto, así como mujeres sanas que estaban amamantando.

De 15 casos de mujeres con cáncer de mama ya diagnosticado durante el embarazo o en el posparto, en 13 de ellos fueron detectados en la leche la misma mutación que en el tumor que padecían; Sin embargo, en las muestras de sangre sólo uno resultó positivo.

“En los tumores localizados, la liberación de ADN a la sangre es baja y muy diluida, pero en la leche materna vemos que hay una cantidad más fácil de detectar, lo que la convierte en una potencial herramienta de diagnóstico”, indicó Saura.

El siguiente paso es iniciar un estudio más amplio para recoger muestras de leche materna de 5.000 mujeres mujeres sanas de todo el mundo que han quedado embarazadas con 40 años o más, o de cualquier edad que portan mutaciones que aumentan su riesgo de sufrir cáncer de mama (BRCA1, BRCA2, PALB2, RAD51C/D).

El objetivo es corroborar si el cáncer de mama se puede detectar en una etapa más temprana en la leche materna, incluso antes de utilizar técnicas de imagen o análisis de sangre.

Un cribado como el pinchazo en el talón

Si los resultados son los esperados, Saura ha aventurado que se cribado a través de la leche materna a todas las mujeres tras dar a luz, tal y como se hace con los recién nacidos en lo que se conoce como prueba del talón para detectar un grupo de enfermedades.

“Pensamos que sería útil, porque el cribado poblacional del cáncer de mama se realiza a partir de los 50 años, mediante mamografía, y esta nueva prueba se posicionaría en una población -más joven- en el que no estamos probando; y cuanto antes diagnostiquemos el cáncer, más posibilidades tendremos de curarlo”, subrayó.

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