Un estudio sin precedentes realizado en España demuestra que Cataluña discriminó al resto de españoles en el ámbito laboral y, más concretamente, los jóvenes demandantes de empleo descendientes de padres españoles, con Nombres y apellidos “castellanos”, residentes en Madrid, durante el proceso de soberanía. Y ello, incluso a pesar de que en sus currículums se indicaba origen catalán y dominio del catalán.
el sociólogo Javier G. Polaviejacatedrático del CSIC y director del Laboratorio de Discriminación y Desigualdad, explica que dos experimentos demuestran la existencia de “Grave discriminación laboral contra los solicitantes de empleo castellanos” por empresas catalanas entre 2016 y 2018coincidiendo con el pico de la proceso.
El primero es el proyecto GEMMun experimento de campo para detectar la discriminación laboral en cinco países europeos (Alemania, España, Noruega, Países Bajos y Reino Unido) mediante el envío de currículums ficticios a ofertas de empleo reales.
El análisis incluye unas 3.000 ofertas de empleo de Madrid, Cataluña, País Vasco, Navarra, Valencia y Baleares y calcula la probabilidad de una respuesta positiva por parte de las empresas para tres grupos ficticios: Solicitantes españoles de ascendencia europea (“eurodescendientes”); Solicitantes españoles con padres españoles y apellidos “castellanos” (“Castellanos-descendientes”); y solicitantes españoles descendientes de padres del Magreb, África subsahariana y Oriente Medio (“África-Magreb-OM”).
Además, todos ellos tienen experiencia laboral en Madrid y residen en esta ciudad cuando solicitan el puesto de trabajo. Sin embargo, cuando la oferta corresponde a una comunidad con lengua propia, el currículum indica que el candidato es originario de esa comunidad y conoce la lengua cooficial.
El informe en cuestión arroja los siguientes resultados:
- En Madrid, los solicitantes de ascendencia europea y los de ascendencia castellana presentan probabilidades de respuesta positiva muy similares, entre el 27% y el 29% respectivamente, una diferencia mínima. Así, “es evidente que ninguno de estos dos colectivos sufre discriminación negativa en Madrid”, según Polavieja.
- Pero en Cataluña la situación es diferente.” El resultado obtenido por los eurodescendientes es idéntico al observado en Madrid, pero La tasa de respuesta positiva de los descendientes de castellanos baja casi diez puntos, hasta el 20%. “Se trata de una tasa significativamente inferior en términos estadísticos a la que observamos para los descendientes de europeos en Cataluña”, aclara el sociólogo.
“Esto significa que, para obtener una respuesta positiva de la patronal catalana, un solicitante descendiente de castellanosque buscarán empleo desde Madrid entre 2016 y 2018, Habría tenido que enviar un 40% más de solicitudes que un solicitante idéntico (que también buscaba empleo en Madrid), pero descendiente de padres europeos”. Es decir, las empresas catalanas discriminaban a los solicitantes “castellanos” de forma evidente y clara respecto al resto de candidatos.
De hecho, Polavieja añade que Este índice de discriminación sería muy similar al que sufren los “afroamericanos en Estados Unidos”. en comparación con candidatos anglodescendientes curricularmente idénticos.”
Los más discriminados en Cataluña, en cualquier caso, serían los descendientes de África-Magreb-OM, ya que tendrían que enviar el doble de solicitudes que los eurodescendientes para obtener una respuesta positiva. Pero, curiosamente, La discriminación que sufren los “castellanos” en Cataluña es similar a la que sufre el grupo de afrodescendientes en Madrid.
“En conclusión, estos hallazgos sugieren que, entre 2016 y 2018, En Cataluña hubo una importante discriminación contra los solicitantes de empleo con apellidos castellanos y residencia postal en Madrida pesar de que en sus solicitudes se indicaba su origen catalán y su fluidez en catalán”, explica Polavieja. Además, Este desprecio sólo se observa en Cataluña. Tanto en Madrid como en el País Vasco, Navarra, Valencia y Baleares, los “castellanos” obtienen índices de respuesta positiva casi idénticos a los de los “descendientes de europeos”.
Más discriminación en Gerona y Lérida
A este estudio se suma otro, el experimento CAT-Hque, siguiendo el mismo esquema, también incluye unas 300 encuestas adicionales a candidatos ficticios con idénticas características (experiencia laboral y residencia en Madrid), pero utilizando nombres y apellidos reconocibles en catalán. El objetivo aquí era saber si la respuesta fue diferente entre las empresas ubicadas en las provincias más independentistas (Gerona y Lérida) y las de Barcelona y Tarragona, donde el apoyo separatista fue menor.
Este análisis arrojó dos grandes resultados:
- El rechazo a los “castellanos” fue similar en todas las provincias catalanas
- Pero el La respuesta positiva hacia los “descendientes de catalanes” fue mucho mayor en el norte (Gerona y Lérida)con un 40%, frente al sur (Barcelona y Tarragona), con un 29%
En Gerona y Lérida, “los solicitantes de empleo con nombre español y residencia en Madrid tendrían que enviar el doble de solicitudes de empleo que los solicitantes con CV idéntico (incluida la dirección postal de Madrid) y apellidos catalanes, a pesar de que ambos reportan niveles idénticos de competencia lingüística, mientras que en Barcelona-Tarragona solo Tendrían que enviar un 40% más”, aclara el sociólogo.
Conclusiones
Estos hallazgos muestran que “en la Cataluña de proceso hubo discriminación laboral significativo frente a solicitantes de empleo con nombres y apellidos españoles (y residencia postal en Madrid), a pesar de que en sus CV se indicaba origen catalán y dominio del catalán.
Además, “esta discriminación era elevada en el conjunto de Cataluña y podía convertirse extraordinariamente alto en el caso de empresas ubicadas en las regiones con mayor apoyo a la independencia”, en referencia a Gerona y Lérida.
Y concluye: “Hasta donde sabemos, Estos son los primeros estimadores de discriminación laboral de la población autóctona española reportados desde las ciencias sociales.”. Estos dos experimentos muestran “la existencia de un cierre social con efectos claros -y preocupantes- sobre la igualdad de oportunidades”.