Los astrónomos acaban de descifrar un enigma de más de medio siglo: el del avión supergaláctico

Las galaxias espirales similares a la Vía Láctea son más raras en nuestro entorno de lo que deberían ser
Hacia mediados del siglo XX, los astrónomos se dieron cuenta de una extrañeza en el entorno del universo conocido como Plano Supergaláctico, una inmensa región de nuestro cosmos donde se ubica nuestra propia galaxia: la ausencia de galaxias similares a la nuestra.
Buscando galaxias como la nuestra. Ahora, un equipo internacional de investigadores ha encontrado una posible explicación a esta falta de galaxias como la nuestra en nuestro entorno inmediato. Los responsables de este fenómeno serían las colisiones entre galaxias.
Espirales vs. elipses. Nuestra galaxia es una galaxia espiral. Este tipo de galaxia se caracteriza por tener forma de disco, con un marcado núcleo galáctico y brazos que se extienden en espiral entre el centro galáctico y la periferia del disco.
La falta de estas galaxias contrasta con la relativa frecuencia con la que se pueden encontrar galaxias elípticas, galaxias similares a la nuestra, con forma elíptica pero sin una estructura interna marcada.
Avión supergaláctico. Ubicar nuestra galaxia en la inmensidad del universo conocido es una tarea compleja. Nuestra galaxia se encuentra situada en un grupo de galaxias denominado cúmulo Local, situado en una región con cierta densidad de galaxias denominada supercúmulo de Virgo, situado a su vez en el supercúmulo de Laniakea. Si alejamos nuestra perspectiva nos toparemos con este “Plano Supergaláctico”.
Este supercúmulo se extiende a lo largo de más de 500 millones de años luz (aproximadamente 160 megaparsecs). El plano supergaláctico es una estructura aplanada (como su nombre indica), que se extiende a lo largo de una distancia de unos 1.000 millones de años luz con una alta densidad de galaxias.
En este plano faltan algunas galaxias, concretamente las galaxias más parecidas a nuestra Vía Láctea, las galaxias espirales.
13,8 mil millones de años en una simulación. Para comprender la dinámica que ha afectado a este proceso, los investigadores recurrieron a un proyecto de simulación por supercomputadora llamado SIBELIUS (Simulaciones más allá del universo local).
Esta simulación intenta reproducir la evolución de las grandes estructuras cosmológicas del universo conocido. Entre ellos, el Plano Supergaláctico. Los autores del estudio publicaron recientemente detalles del proceso seguido en un artículo en la revista Naturaleza Astronomía.
Fallos y más fallos. Lo que la simulación mostró a los investigadores fue la explicación más plausible a este enigma: que la mayor densidad de galaxias implicaba un aumento en la frecuencia con la que chocaban.
Las colisiones e interacciones entre galaxias “desordenan” las galaxias elípticas, transformándolas en elípticas, haciendo así que este segundo grupo sea más prominente donde la densidad es mayor.
Un misterio entre muchos. El del plano galáctico y la ausencia de galaxias como la nuestra en nuestro entorno “cercano” es sólo uno de los muchos enigmas que plagan la cosmología moderna. Sin embargo, como explica Till Sawala, uno de los autores del estudio, este misterio fue uno de los que llamó la atención del premio Nobel Jim Peebles, quien lo incluyó en su lista de anomalías cósmicas.
Este hecho fue lo que inspiró a Sawala a investigar este misterio y lo que finalmente llevó a su equipo a responder una pregunta que había intrigado a los astrónomos de todo el mundo durante décadas.
En Xataka | La ‘red cósmica’ escondida en los confines más oscuros del universo, vista como nunca antes
Imagen | NASA, ESA, CSA, Rogier Windhorst (ASU), William Keel (Universidad de Alabama), Stuart Wyithe (Universidad de Melbourne), Equipo JWST PEARLS, Alyssa Pagan (STScI).