Sanidad es pionera en la prescripción diferida de antibióticos mediante receta electrónica
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El Ministerio de Salud es pionero a nivel nacional en iniciativas que apuntan al uso prudente de antibióticos, como la prescripción electrónica diferida de antimicrobianos. Se trata, según fuentes del Ministerio, de una herramienta clínica que se utiliza en cuadros clínicos leves, en los que existen dudas sobre si están causados por bacterias o por virus (para los que los antibióticos son ineficaces).
En estas situaciones, el sistema informático permite al médico prescribir el antibiótico durante la consulta con el paciente, pero no se activará para su dispensación en la farmacia comunitaria hasta 24/48 horas después. De esta forma, el paciente asume la responsabilidad de su tratamiento y sólo lo utilizará en función de la evolución de su cuadro clínico.
Desde el inicio del uso de esta herramienta, lanzada este año, en los pacientes que han utilizado esta prescripción diferida por parte de sus médicos de atención primaria o hospitalarios, sólo el 35,02% de los pacientes pediátricos y el 49,5% de los adultos finalmente requirieron tratamiento antibiótico, y el Se ha registrado un impacto en la reducción del consumo de antimicrobianos.
Para concienciar sobre el uso adecuado de los antibióticos, la Consejería de Sanidad y la Sociedad Valenciana de Enfermedades Infecciosas de la Comunidad Valenciana han organizado una jornada dirigida a profesionales sanitarios que se celebrará el próximo 22 de noviembre, enmarcada dentro de la Semana Mundial de Sensibilización sobre el Uso de Antimicrobianos que se celebra del 18 al 24 de noviembre.
Equipos PROA
Actualmente, los 24 departamentos de salud de la Comunitat Valenciana cuentan con equipos o comités multidisciplinares, formados por profesionales sanitarios (farmacia, enfermería, medicina, microbiología) tanto de hospitales como de atención primaria, que son clave para mejorar los resultados de los tratamientos contra las infecciones bacterianas. en nuestra comunidad.
Son conocidos como equipos PROA (Programa de Optimización del Uso de Antibióticos) y realizan acciones y actividades para mejorar la prescripción y dispensación de antibióticos, así como la optimización del tratamiento de enfermedades infecciosas y la evaluación de resultados en salud, a través del apoyo a otros profesionales de la salud. También son clave para alcanzar los objetivos y estrategias del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos (PRAN).
Otra medida en proceso de implementación es la adopción de la clasificación “AWaRe” de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en los sistemas de apoyo a la prescripción para optimizar el uso de antibióticos considerados “de reserva”.
Esta herramienta clasifica los antibióticos en tres grupos –antibióticos de acceso, antibióticos en vigilancia y antibióticos de reserva– y especifica qué antibióticos se deben utilizar para las infecciones más comunes y graves, que deben estar disponibles en todo momento en el sistema sanitario. y aquellos que deben usarse con moderación o conservarse y usarse sólo como último recurso.
En última instancia, se trata de medidas útiles para mejorar la idoneidad del uso de antimicrobianos y, en última instancia, prevenir la propagación de infecciones resistentes a los antibióticos disponibles. Asimismo, la Dirección General de Farmacia del Ministerio de Salud monitorea, sigue y vigila el consumo de estos medicamentos, así como la evaluación de la incidencia de microorganismos resistentes y los resultados clínicos.
Medicamentos con efecto ecológico.
Asimismo, en el marco del Día Europeo para el Uso Prudente de los Antibióticos, el 18 de noviembre, y de la citada Semana Mundial de Sensibilización sobre los Antibióticos, la campaña del Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos de este año pone el acento en que los antibióticos son medicamentos con efecto ecológico, por lo que su uso inadecuado (auto -medicación o uso en infecciones de origen viral) favorece la generación de bacterias resistentes que pueden transmitirse y pueden poner en riesgo no sólo la salud de las personas, sino también la de los animales y el medio ambiente.
La resistencia a los antimicrobianos surge cuando las bacterias, virus, hongos y parásitos dejan de responder a los agentes antimicrobianos. Como resultado de la resistencia a los medicamentos, los antibióticos y otros agentes antimicrobianos se vuelven ineficaces y las infecciones se vuelven difíciles o imposibles de tratar, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, formas graves de enfermedad y muerte.