La Estatua de la Libertad –su maravilloso nombre: Libertad Iluminando el Mundo- Ha tenido diversos significados desde su creación. Dicen dos. Estas líneas son para demostrar, precisamente, que no, han sido tres. La primera acepción es, sin duda, el primer republicanismo internacional, la idea de que ese republicanismo, sustentado en una idea vigorosa y socializadora de libertad e igualdad, iba a cambiar el mundo. El monumento nació, precisamente, al inicio de la precaria, en su momento fundacional, la Tercera República Francesa. La idea es que fue un regalo del pueblo francés a Estados Unidos en su primer centenario, en 1876. En realidad, fue una petición de ayuda de una república asediada, para ser reconocida, identificada, en el mundo. Como se sabe, la estatua no fue posible en la fecha indicada, sino que fue inaugurada diez años después, en 1886. Su primer significado, el inicial, se ha perdido. No lo ves en ninguna parte de la estatua cuando la miras. Pero está presente, y visible, y brilla incluso en las primeras copias de la estatua, de menor tamaño, en París –junto al Sena, en 1885–, en Buenos Aires –en Belgrano, en 1886–, o en Barcelona –en el Biblioteca Arús, 1894–. Para entonces la estatua, la grande, la original, ya tenía otro significado. Ese significado empezó a nacer, tímidamente, unos años antes, en 1883, durante una subasta de pequeños objetos artísticos, para pagar el pedestal de la estatua. Emma Lazarus, anarquista, poeta y activista judía, cuando eso carecía de nombre y era improbable y factible, colaboró ​​en la subasta con un papel en el que estaba escrito, a lápiz, un soneto, El nuevo coloso. Era un soneto que comencé a imaginar, sin saberlo, unos años antes, cuando la estatua era un proyecto lejano y desconocido, y Emma frecuentaba la futura Liberty Island –entonces llamada Bedloe Island– y la cercana Ellis Island, que en En aquella época estaban literalmente saturados de inmigrantes recién llegados de Europa, supervivientes de los pogromos rusos y ucranianos. Emma asistía, distribuía comida, consolaba, en medio de la nada, a aquellos sangrientos perdedores de una batalla que no había ocurrido, salvo en su furia despiadada. En su soneto, Lázaro colocó la estatua en su lugar, de cara a los inmigrantes de Ellis Island. Y él la renunció. En las primeras estrofas era un nuevo Coloso de Rodas. Pero diferente: ella fue ‘Madre de los exiliados’, a quien adopta y acoge, y ofrece algo necesario, y que no vio cuando atendió a los refugiados: “Del faro de su mano brilla una acogida para el mundo entero “. Es más, antes de Coloso y ahora de Madre, podía ver a los inmigrantes, destrozados ante el cruce. Y ella podría hablar con ellos y con el mundo entero. Al verlos, dijo así a Europa, aquella anciana senil: “¡Cuidado, tierras antiguas, con vuestra pompa legendaria!” Y, acto seguido, la estatua dijo, con dignidad de madre, algo importante, a través de palabras que hicieron temblar la tierra y las almas: “Dadme vuestros exhaustos, / vuestros pobres, / vuestras masas acurrucadas que anhelan respirar”. libertad, / a los desventurados rechazados de tu orilla desbordante. / Envíame a estos, los indefensos sacudidos por las tormentas”. En 1903, cuando a este soneto ya se le había dado todo el significado de la estatua, se escribió en una placa de bronce fundido, que aún se puede leer en su pedestal. Condensa las miradas y los pechos y las heridas de todos aquellos que vinieron a Nueva York, a Buenos Aires, a México, a San Francisco, a San Pablo, durante siglos, exhaustos, huyendo de su pasado sin futuro, y accediendo a un lugar en el mundo.

La Estatua de la Libertad –su maravilloso nombre: Libertad Iluminando el Mundo- Ha tenido diversos significados desde su creación. Dicen dos. Estas líneas son para demostrar, precisamente, que no, han sido tres. El tercer significado es el actual. La estatua actualmente no tiene significado. No tiene ninguno, no puede tener ninguno, debe carecer por completo de significado. O nada de lo que sucedería sería posible, o todo lo que sucedería sería un pecado aún mayor y más imperdonable. O estaríamos peor que peor.

La Estatua de la Libertad –su maravilloso nombre: Libertad Iluminando el Mundo- Ha tenido diversos significados desde su creación. Dicen dos. Estas líneas son para demostrar, precisamente, que no, han sido tres. El primer significado es, sin duda, el primero…

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