Uno de los mayores enigmas sobre nuestro sol es extraño: se podría pensar que sería más caliente justo en la superficie, pero en realidad, ese no es el caso. El corona, o la atmósfera exterior del sol, es cientos de veces más caliente que su superficie. Todavía no está claro exactamente cuál debería ser el caso, por lo que es un tema que las misiones solares están deseosas de investigar.

Impresión artística de Solar Orbiter y Parker Solar Probe. Orbitador Solar: medialab de la ESA/ATG; Sonda solar Parker: NASA/Johns Hopkins APL

Los resultados recientes de la misión Solar Orbiter de la Agencia Espacial Europea (ESA) proporcionan algunas pistas. Solar Orbiter trabajó junto con otra misión, la sonda Solar Parker de la NASA, para obtener datos sobre mediciones in situ de cerca y una descripción general de la actividad del sol. Utilizando el instrumento coronógrafo Metis de Solar Orbiter, los investigadores pudieron obtener datos de la corona solar al mismo tiempo que la sonda Solar Parker pasaba dentro de su campo de visión el 1 de junio de 2022.

Cómo la gimnasia de las naves espaciales permitió realizar observaciones conjuntas del Sol

Sin embargo, colocar las dos naves espaciales en posición requirió cierta precisión, ya que la sonda solar Parker viaja cerca del sol para tomar medidas del entorno inmediato a su alrededor, mientras que el Solar Orbiter se ubica más lejos del sol para observarlo en su totalidad. Incluso cuando ambas naves espaciales estaban en los lugares correctos, todavía era necesario apuntar en la dirección correcta.

Al final, Solar Orbiter tuvo que hacer un papel de 45 grados y cambiar ligeramente su ángulo para que ambos pudieran trabajar juntos para realizar sus observaciones. Esto permitió a los investigadores recopilar datos detallados sobre lo que estaba sucediendo en el plasma (el gas cargado en la corona) y al mismo tiempo ver la corona en su conjunto.

Los resultados respaldan una antigua teoría de que la corona se calienta tanto debido a las turbulencias en la atmósfera. “La forma específica en que la turbulencia hace esto no es diferente de lo que sucede cuando revuelves tu taza de café por la mañana”, explica la ESA. «Al estimular los movimientos aleatorios de un fluido, ya sea gaseoso o líquido, se transfiere energía a escalas cada vez más pequeñas, culminando con la transformación de la energía en calor. “En el caso de la corona solar, el fluido también está magnetizado y, por tanto, la energía magnética almacenada también está disponible para convertirse en calor”.

Esto ayuda a proporcionar a los científicos una mayor comprensión del rompecabezas de la corona caliente y también muestra cómo las dos naves espaciales pudieron trabajar juntas para obtener datos que ninguna de las dos podría lograr por sí sola.

La investigación se publica en The Astrophysical Journal Letters.

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