De nada sirvieron los múltiples intentos de evitar un destino al que se había visto acorralado durante años. El empresario leonés Victorino Alonso ya se encuentra en prisión.
El magnate minero ingresó este domingo en la cárcel de Soto del Real (Madrid) para cumplir la condena de cuatro años que le impuso la Audiencia Provincial de León por la explotación sin licencia del pozo Nueva Julia, en Cabrillanes.
Alonso aceleró los plazos legales para acudir al centro penitenciario de Madrid. Tras ser notificado de su ingreso voluntario el pasado 7 de septiembre, el empresario tenía diez días para comenzar a cumplir su condena.
Ha sido este domingo cuando Victorino acudió a Soto del Real para comenzar a cumplir su condena por unos hechos que fueron juzgados en 2021 en la Audiencia Provincial de León y de los que existe sentencia firmada, ratificada por el Tribunal Supremo, tras los múltiples recursos presentados. .
Los recursos
Por un lado, el Tribunal Supremo rechazó el incidente de nulidad de actuaciones que se había solicitado. Su defensa argumentó que la condena vulneraba su presunción de inocencia, ya que “no existe prueba ni argumento debidamente fundamentado”. El Tribunal Supremo consideró que “el incidente de nulidad no puede convertirse en una reconsideración de cuestiones ya debatidas y resueltas”.
La Audiencia Provincial de León también desestimó la solicitud de suspensión de la pena de cuatro años, en la que alegaba motivos de salud. El juez valoró que su situación “no puede enmarcarse en el concepto de enfermedad muy grave y con condiciones incurables”. También rechazó otros motivos, como su edad, 70 años, o la grave situación familiar.
¿Por qué va a prisión?
La actividad minera generada en el pozo Nueva Julia, en el municipio de Cabrillanes, y que se extendió sobre unas 18 hectáreas hasta suelo de Villablino, en un espacio protegido, provocó un impacto “muy grave” en el medio natural.
Así lo confirmaron los peritos propuestos por la Fiscalía en el caso que finalmente llevó a Victorino Alonso a prisión. Fue acusado de delito continuado contra el medio ambiente y daños al río.
El condenado también recibió una pena de un año y diez meses por la explotación ilegal de El Feixolín, en Villablino, pena que le fue rebajada por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León y que en aquel momento impidió su entrada en Soto del Real. .