El bloqueo en la UE eleva el precio del apoyo para alcanzar la presidencia del BEI

El bloqueo en la UE eleva el precio del apoyo para alcanzar la presidencia del BEI

Las opciones de Nadia Calviño para presidir el Banco Europeo de Inversiones pueden no ser tan obvias como se cree. La carta del ministro belga de Economía, Vincent Van Peteghem, en la que la proponía como su candidata, no ha surtido el efecto deseado y su principal contendiente, la danesa Margrethe Vestager, no ha abandonado sus aspiraciones como hubiera sido de esperar si fueron claros. que el vicepresidente español tuviera el apoyo necesario. Si el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quiere lograr el nombramiento de Calviño, la carta sólo significa que eleva el precio que tendrá que pagar para obtener los apoyos necesarios.

Los expertos creen ahora que el gesto de Van Peteghem pretendía simplemente intentar dar un impulso a un proceso que en realidad está bloqueado. El viernes está previsto que en la reunión del Ecofin, los ministros de Economía europeos acaban votando para saber quién será el sustituto del alemán Werner Hoyer al frente de la principal institución financiera de la UE. Para Calviño, el principal logro fue haber obtenido el apoyo del canciller alemán, Olaf Scholz, expresado sin demasiado entusiasmo en la reunión de socialistas europeos en Málaga y saber que su ministro de Economía, que es quien va a votar, prefiere Vestager.

De momento, el influyente portal ‘Politico’, que filtró el jueves la carta de Van Peteghem, afirma ahora que En realidad, Calviño aún no tiene garantizado el apoyo de 18 países, que es lo mínimo que necesitaría, y que hay al menos otros diez que han criticado el gesto del belga. En ese grupo de países ofendidos están Italia y Polonia, que tienen candidatos instrumentales que sirven para obtener compensaciones a cambio de retirarlos y que difícilmente votarían en estos momentos por un miembro del Gobierno de Pedro Sánchez para ese puesto.

Para ser elegido, un candidato debe obtener el apoyo de al menos 18 de los 27 países miembros y que estos representen al menos el 68% del capital del Banco. En esta situación, lo único que está claro es que los apoyos que no se han decidido, principalmente Francia, tienen un precio muy alto en el mercado de nombramientos comunitarios.

Si Pedro Sánchez quiere conseguir este puesto para su vicepresidente económico tendrá que aceptar concesiones pensando en la ronda de reparto de cargos al inicio de la nueva legislatura europea. También se ha hablado de dimitir de la sede de la nueva agencia europea contra el blanqueo de capitales (AMLA). Otras versiones indican que los países nórdicos, conocidos partidarios del rigor presupuestario, estarían dispuestos a renunciar a la candidatura de Vestager a cambio de la garantía de que las nuevas reglas fiscales serán más estrictas de lo que desearían los países del sur.

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