El último cohete Vega iba a volar en abril, pero Avio tiró por error dos tanques a la basura y ya no se fabrican

El último cohete Vega iba a volar en abril, pero Avio tiró por error dos tanques a la basura y ya no se fabrican

  • Aparecieron abollados en un vertedero y no se pueden utilizar

  • Se suponía que el cohete lanzaría un satélite de la ESA en la primera mitad de 2024.

  • Avio baraja dos posibles soluciones, pero el lanzamiento tendrá que retrasarse

Una cosa es lanzar un cohete desechable y otra descartar partes de un cohete antes del lanzamiento. Especialmente si esas piezas ya no se fabrican y son necesarias para poner en órbita un satélite de su principal cliente.

Aunque todavía hay tiempo para solucionarlo, Avio podría pasar a los anales de la industria por uno de los errores más absurdos en la historia de la exploración espacial. La empresa italiana, que fabrica cohetes para la Agencia Espacial Europea, perdió dos tanques de combustible del que iba a ser el último cohete Vega antes de su retirada.

Según European Spaceflight, dos de los cuatro tanques necesarios para alimentar la etapa superior Vega Desaparecieron hace varios meses. de una planta en Colleferro, al este de Roma. La fábrica había sido objeto de obras de renovación y Avio no descubrió que faltaban los tanques hasta que se completó la renovación.


Resultó que nadie había introducido los tanques en el sistema de gestión de activos que rastrea la ubicación de componentes vitales dentro de Avio. Mientras la empresa emprendía una búsqueda e investigación frenéticas, los equipos terminaron corriendo en círculos porque no sabían dónde buscar.

Al final, los tanques apareció en un vertedero junto a un montón de desechos metálicos. La mala noticia es que estaban abollados y ya no se podían utilizar. Para colmo, no se fabrican nuevos (al fin y al cabo, iban a ser los últimos en usarse), y Avio no tiene forma de adquirir más tanques para la misión.

Dos posibles soluciones

El último Vega debía volar en abril. O al menos, durante el primer semestre de 2024 para lanzar un misión de la agencia espacial europea: el satélite de observación de la Tierra ‘Biomasa’, que costó 229 millones de euros.

Avio está explorando dos opciones para salvar la misión. Una es utilizar los cuatro tanques de prueba que se utilizaron para certificar el cohete antes de su vuelo inaugural en 2012, pero estos tanques han estado almacenados sin uso durante más de una década y no hay forma de garantizar completamente su integridad.

El plan alternativo sería cambiar la cuarta etapa de la Vega por el del cohete Vega-C, su sucesor. Vega-C voló por primera y segunda vez en 2022 y desde entonces está estacionado debido a una falla que destruyó los satélites Pléiades-Neo 5 y Pléiades-Neo 6. Cuando reanude el vuelo, se espera que reemplace permanentemente a Vega.

Las etapas superiores no son lo mismo. La cuarta etapa de la Vega se llama AVUM. En el Vega-C, ha sido sustituido por AVUM+ con varias mejoras, como una estructura tipo sándwich de revestimiento compuesto, mayor capacidad de carga de propulsor y nuevas opciones de reencendido del motor principal, fabricado por la empresa ucraniana PA Yuzhmash.

Cualquiera que sea la elección, probablemente significará retraso del último vuelo de Vega y un riesgo adicional para el satélite de la ESA. Las consecuencias para la imagen del programa Vega son aún peores, ya que este cohete también ha tenido un par de fallos recientes en vuelo, uno de los cuales provocó la pérdida del satélite español Ingenio.

Imagen | Etapa AVUM del cohete Vega con sus tanques esféricos (ESA)

En Xataka | Otro satélite español se quema en la atmósfera por fallo de un cohete Vega. La industria espacial europea tiene un problema

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