La importancia de la vitamina D

La importancia de la vitamina D

La vitamina D es una vitamina liposoluble esencial en nuestro organismo para mantener la salud del sistema musculoesquelético, lo que implica que su función principal es la regulación del metabolismo calcio-fósforo, el sistema inmunológico y diversos procesos biológicos: regulación del calcio, cardiovascular. salud. , ya que tiene una función importante en la regulación de la presión arterial y en general en la mejora de todo nuestro sistema cardiovascular.

El receptor de vitamina D está presente en la mayoría de las células nucleadas de nuestro organismo, por lo que se está descubriendo su intervención en múltiples procesos.

Las 3 principales fuentes para su obtención son principalmente la radiación ultravioleta, los alimentos y la suplementación.

La piel, a través de la radiación solar, aporta la mayor parte de la vitamina D que necesitamos (90%). En casos deficientes se deben evaluar hábitos de exposición solar (abuso de protectores solares), dieta y suplementación farmacológica.

La medición en el cuerpo se realiza determinando la 25-hidroxivitamina D total en suero o plasma; valores inferiores a 30 ng/mL se consideran inadecuados. Se consideran valores normales de 30 a 100 ng/mL. Niveles tóxicos desde 100 ng/mL; Porque la vitamina D es liposoluble y se acumula en el organismo si se toman suplementos en grandes cantidades y durante mucho tiempo.

Las dos formas más importantes de vitamina D son la vitamina D3 (colecalciferol) y la vitamina D2 (ergocalciferol). A diferencia de la vitamina D3, la vitamina D2 no la produce el cuerpo, sino que se ingiere con alimentos enriquecidos con vitaminas y suplementos.

Si se quiere conocer la disponibilidad de vitamina D total, es necesario medir la concentración de 25-hidroxivitamina D total, ya que este metabolito constituye el mayor depósito de Vitamina D en el cuerpo humano.

Se ha demostrado que la vitamina D afecta la expresión de más de 200 genes diferentes. Su insuficiencia está relacionada con la diabetes, distintas formas de cáncer, trastornos cardiovasculares, enfermedades autoinmunes e inmunidad innata. Nuestro organismo se defiende mejor cuando los niveles de vitamina D se encuentran dentro de rangos normales; Se evitaría el riesgo de fracturas en caídas al estar los huesos más mineralizados.

Hay algunos estudios que indican que niveles bajos de vitamina D se asocian con mayores riesgos de la aparición de ciertos procesos cancerosos, por tanto, aunque sus efectos no son sólo la mineralización y calcificación de nuestro sistema óseo.

Quizás en nuestras CCAA estemos demasiado confiados en que nuestros niveles de vitamina D son los adecuados, pero hay estudios de un déficit de vitamina D, quizás por el abuso de fotoprotectores (al tomar el sol) y la no suplementación de vitamina D en los preparados alimentarios, el bajo aporte de calcio. , abuso de alimentos ultraprocesados.

En los países nórdicos, conscientes de la falta de sol durante gran parte del año, fortifican y complementan sus alimentos con vitamina D, siendo los niveles de esta vitamina superiores a los de la población de la Península Ibérica y Canarias.

Por ello, cada vez es más común en las diferentes determinaciones analíticas incluir vitamina D, para conocer sus niveles, los cuales tienen que estar dentro del rango óptimo de 30 a 100 ng/mL.

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