Las infecciones respiratorias provocan el 65% de las urgencias en invierno
Las infecciones respiratorias provocan el 65% de las urgencias que se producen en invierno y son uno de los motivos de ingreso más frecuentes durante esta época del año, según el médico. Ángel Delgadoopcionalel servicio de emergencia Hospital Quirónsalud Córdobaquien recordó que tanto la gripe como el resfriado son patologías muy recurrentes cuando llega el frío, pero no son las únicas que pueden presentarse.
El doctor Delgado explicó que el frío aumenta el riesgo de sufrir una infección respiratoria por varios motivos, ya que en esta época y debido a las bajas temperaturas, la mucosa de la nariz se seca, volviéndose más frágil y funcionando peor como barrera a la entrada de estos virus. Además, la hipotermia (una caída de la temperatura corporal) “también empeora el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico y cuando bajan las temperaturas pasamos más tiempo en espacios cerrados con otras personas, lo que favorece la propagación aérea de este tipo de microorganismos”.
Resfriado común
Las enfermedades más comunes en invierno son el resfriado común o la secreción nasal, causada por multitud de virus respiratorios que provocan inflamación en la garganta y la zona nasal. Es muy importante tratar bien los resfriados, ya que en ocasiones pueden derivar en patologías más graves como otitis, neumonía y bronquitis, tal y como afirma el doctor Delgado. Entre sus síntomas encontramos congestión nasal, dolor de garganta, estornudos, mucosidad, sensación de irritación ocular y en ocasiones puede haber fiebre leve.
La gripe, causada por el virus de la influenza, y que se diagnostica con pruebas específicas, se trata de la infección vírica más frecuente en otoño-invierno, por lo que «es importante vacunar a las personas más vulnerables como medida preventiva». Se manifiesta con dolores musculares, fiebre, fatiga, mucosidad en las fosas nasales, así como sensación de asfixia, lo cual es importante consultar, ya que en algunos casos puede presentarse con neumonía y requerir un seguimiento más estrecho e incluso ingreso hospitalario.
COVID-19
La infección por COVID-19Se manifiesta con síntomas parecidos a los de la gripe, diagnosticados con pruebas de antígenos. Su diagnóstico es importante para prevenir la propagación del virus en la familia, sobre todo si hay personas más vulnerables, y sigue siendo una de las consultas más frecuentes en la actualidad.
El laringitis aguda Normalmente provoca ronquera, pudiendo presentar también fiebre, tos seca irritativa, dolor al tragar y dolor de oído. La faringoamigdalitis aguda es causada por irritación de la garganta y puede requerir tratamiento con antibióticos. Los principales síntomas son dolor al tragar, crecimiento de amígdalas y fiebre.
Estafa La bronquitis aguda produce broncoconstricción. del tracto respiratorio secundario a una infección de las vías respiratorias superiores, suele presentarse con tos seca repetitiva y sensación de dificultad para respirar sin esfuerzo. La neumonía es causada por una infección por bacterias, virus u hongos, produce fiebre alta y sensación de asfixia y para su diagnóstico es necesario realizar una radiografía de tórax, así como la auscultación por parte del médico. Es una de las causas más frecuentes de ingreso hospitalario en estos momentos, especialmente en personas vulnerables como niños, ancianos o pacientes con patología bronquial previa, afirmó el doctor Delgado.
Prevención de infecciones
El doctor Delgado ha insistido en que para protegernos de las enfermedades invernales se recomienda “Usar ropa abrigada en la calle, evitar lugares con mucha aglomeración Para prevenir infecciones, no fumar cerca de los niños ni exponerlos al humo del tabaco, y mantener una adecuada higiene de manos utilizando agua y jabón o gel hidroalcohólico. Además, es recomendable incorporar a la dieta. Alimentos que contienen vitaminas A y C. para ayudar a fortalecer el sistema inmunológico como naranjas, limones, limas, mandarinas y vegetales de hojas verde oscuro.
También debemos recordar ventilar las habitaciones todos los días para renovar el aire, beber suficiente líquido (para que no se sequen las fosas nasales), utilizar la mascarilla en lugares cerrados y concurridos y evitar el contacto con personas enfermas.
