Manuela Bergerot, la «negociadora silenciosa» que lo controla todo en Más Madrid y será el nuevo frontón de Ayuso

«Si él no quiere decirte algo sobre una negociación, nunca lo sabrás». Lo que puede parecer una anécdota casual sobre un rasgo de personalidad es el pilar sobre el que se sustenta la carrera política de Manuela Bergerot (Buenos Aires, 1976). El «negociador silencioso» de Más Madrid a nivel nacional con Sumar, secretaria de Organización con control absoluto en el interior del partido, será ahora quien asuma, como «persona de máxima confianza» de Mónica García, la portavoz en el Asamblea de Madrid que su líder ha dejado libre, tras el salto nacional realizado como ministra de Sanidad.

El recorrido político de este hija de exiliados argentinos por la dictadura de Videla, que llegó a Madrid en los años 70 con una hija de apenas dos años, se ha desarrollado siempre entre bastidores, donde la mirada pública no descansa, sino donde se toman las decisiones. fue en esos Trabajo de asesoramiento para el Grupo Parlamentario de Podemos entre 2015 y 2019, como experta en Memoria Democrática, donde se unió a Mónica García, en ese momento diputada de base del partido morado. «Probablemente les enganchó el humor, pero también tienen formas de trabajar muy similares. Si les interesa algo, se vuelven locos y no lo sueltan hasta controlarlo», dice un colega de aquella época.

Nació así una amistad que se mantuvo a pesar del paso de Manuela Bergerot al Ayuntamiento de Madrid como asesora de política social, de nuevo en el contexto de la política municipal. Hasta la reconfiguración del espacio izquierdo, con La aparición de Más Madrid a nivel regional abrió una puerta a primera línea, donde fue incluida como número tres de la lista para las elecciones regionales del 4 de mayo de 2021, que ya encabezaba Mónica García, y obtuvo su primer escaño como diputada. Este paso adelante estuvo nuevamente acompañado de trabajo interno en el partido.

«Sin el trabajo de Manuela nunca hubiéramos tenido el crecimiento de estos años», apuntan fuentes de Más Madrid sobre la labor de la secretaria de Organización en los últimos años. Una función para la que, según miembros de la propia formación, siempre ha tenido «Poderes absolutos» y «capacidad de tomar decisiones» en clave interna. «Tiene la confianza absoluta de Mónica porque se la ha ganado en estos dos años». De hecho, bajo su liderazgo Más Madrid ha obtenido representación en 58 municipios de la Comunidad de Madrid, ha entrado en ocho gobiernos municipales -Getafe, Rivas…- y ha quintuplicado el número de concejales que tiene desde 2019 en la región.

Todo ello con «un perfil bajo», que es también el que ha mantenido en las negociaciones nacionales con Sumar. Porque Bergerot era la persona designada para abordar el papel que tendría Más Madrid, como uno de los principales socios en la formación de Yolanda Díaz en la actual legislatura y, por tanto, también en el Gobierno central. Fue la voz del partido madrileño con Ernest Urtasun, el hombre fuerte de Díaz, y, como reconoce el equipo de Mónica García, fue una pieza «clave» para que acabara siendo ministra de Sanidad. «Sin hacer ruido», «mostrando absoluta fidelidad al proyecto» y entregando un Presidente en el Congreso de los Diputados a cambio de un propósito mayor, afirman las mismas fuentes consultadas por este periódico.

Ahora, esta licenciada en Información y Documentación y experta en Memoria Democrática tendrá que dejar de lado ese trabajo en la sombra para liderar la oposición contra Isabel Díaz Ayuso en la Asamblea de Madrid, después de haber sido nombrada portavoz en el Parlamento de Madrid antes de la salida tanto de Mónica García como de su portavoz adjunto, Javier Padilla, que será secretario de Estado de Sanidad.

Ayer, en su vídeo de despedida de la política regional, la propia Mónica García se refirió a Manuela Bergerot como «una mujer valiente», «comprometida» y que «conoce palmo a palmo esta región». «Estará acompañada de un grupo parlamentario que es brillante, que es trabajador, que es maravilloso y al que quiero agradecer el trabajo de todos estos años», señaló sobre el núcleo cerrado que ambos habían construido en Más Madrid y que ya el pasado sábado en el congreso de formación se encargaron de exigir, al tiempo que advirtieron a Sumar de que su intención, pese al salto nacional, era mantener su «autonomía» y no favorecer la integración en el espacio. de Yolanda Díaz.