Vodafone, cerca de vender una participación de su filial española a Zegona | Compañías

Vodafone está cerca de vender una participación de su filial española, de al menos el 50% del capital, al grupo financiero Zegona. Con la operación, la operadora española estaría valorada en algo más de 5.000 millones de euros, según ha podido confirmar Bloomberg y este diario.

Los términos del acuerdo podrían anunciarse en los próximos días. Zegona, que confirmó a finales de septiembre que estaba en negociaciones para la posible compra de Vodafone España, se habría impuesto a otros grupos interesados, entre ellos RRJ Capital, Warburg Pincus, Apax y Apollo Global Management. Ahora, según fuentes del sector, con esta oferta sobre la mesa, el grupo Vodafone podría intentar buscar una mejora sobre las ofertas de otros interesados.

Las acciones de Zegona están suspendidas de cotización en la Bolsa de Londres desde el día en que se confirmaron los contactos. El grupo también indicó que estaba en negociaciones con bancos para obtener financiación para la transacción. De hecho, Zegona indicó que la transacción estaba sujeta a un debida diligencia, además de recaudar fondos para la compra. En este caso, Zegona está negociando financiación con un sindicato de bancos.

El grupo Vodafone se reunió hace unas semanas en Dusseldorf con su Comité Europeo de Sindicatos, un comité consultivo donde la dirección de la operadora se reúne con representantes de los empleados de las diferentes divisiones. En este encuentro se trataron temas de gran importancia para España, empezando por el interés de Zegona. En la reunión, la dirección no desmintió que hubiera contactos con Zegona u otros fondos para una posible compraventa de Vodafone España, una operación que podría mejorar la situación de la compañía en los mercados.

En la reunión, la compañía afirmó que también baraja la opción de deshacerse de la parte de red fija, pero que la solución no sería deshacerse de la unidad de negocio en España.

Zegona, fundada por ex directivos de Virgin Media, ya tuvo hace años una amplia presencia en el mercado español, con la adquisición de la asturiana Telecable, vendida posteriormente a Euskaltel, grupo en el que siguió siendo uno de sus principales accionistas hasta su posterior venta a MásMóvil. El grupo británico, impulsado por ex directivos de Virgin, también intentó hacerse con Yoigo en 2016, pero el citado MásMóvil finalmente se impuso en el proceso.

En su último informe financiero anual, Zegona se mostró optimista de cara a realizar una adquisición durante 2023, para poder volver a pagar atractivos dividendos a sus accionistas. El grupo inversor apenas mantiene activos, tras la venta de su participación en Euskaltel.

Vodafone España vive un momento de incertidumbre, sobre todo después de la decisión que tomó el grupo la pasada primavera, ya bajo el mando de la nueva consejera delegada, Margherita Della Valle, de revisar sus negocios en el mercado español, con todas las alternativas abiertas, incluida la posible venta. A principios de año, el grupo ya había colocado a la filial española dentro de su cluster europeo, junto a otros países como Holanda, Irlanda, Portugal, Grecia, República Checa, Hungría, Rumanía, Turquía, Albania y Egipto. La filial española, que todavía aporta cerca del 10% de los ingresos de la compañía, perdió peso en el grupo, al pasar a depender del responsable de esta división, en lugar de reportar al propio consejero delegado del grupo.

Vodafone España acumula varios años consecutivos de deterioro en sus cuentas. En su último ejercicio fiscal, cerrado a finales de marzo, la compañía registró unos ingresos totales de 3.900 millones de euros, un 6,5% menos que el año anterior, como consecuencia de los menores ingresos por servicios, en un entorno de fuerte competencia, y la caída en la venta de equipos.

La teleco, sin embargo, nombró a un nuevo director general de Vodafone España, el portugués Mario Vaz, para dar un impulso a la gestión. El directivo ha estado ultimando una profunda revisión del equipo directivo, con el nombramiento de nuevos responsables del negocio residencial y del segmento corporativo.

La transacción se produce en un momento de fuerte conmoción en el sector de las telecomunicaciones. Orange y MásMóvil están a la espera de recibir la aprobación de la Comisión Europea para completar su fusión, valorada en más de 18.000 millones de euros, y que supondrá la constitución del primer operador en cuanto a clientes de telefonía móvil y banda ancha. fijado. En este proceso, Digi se perfila como favorito para quedarse con el exceso de activos o remedios de la operación, que le consolidaría como el cuarto operador nacional tras la integración de Orange y MásMóvil.

A su vez, Telefónica ha vivido un fuerte shock tras la entrada en su capital a principios de septiembre de STC, operador controlado por el fondo soberano de Arabia Saudí, con la compra del 9,9% de las acciones, por unos 2.100 millones de euros. . La teleco árabe, que debe recibir permiso para alcanzar hasta el 10% del Gobierno español, va a romper el núcleo duro del accionariado histórico de Telefónica, formado por BBVA y CaixaBank.

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