Francisco Lopera: en la frontera del Alzheimer | Los 75 nuevos líderes de Colombia

Francisco Lopera: en la frontera del Alzheimer |  Los 75 nuevos líderes de Colombia

Desde niño, Francisco Lopera era un apasionado de los platillos voladores y soñaba con ser astrónomo. Un día, tras leer en el periódico que los platillos voladores sólo existían en la mente de las personas, decidió centrarse en el cerebro humano, tan cercano pero tan misterioso. Estudió Medicina y se especializó en Neurología. Hoy lidera el Grupo de Neurociencia de la Universidad de Antioquia y es reconocido mundialmente por sus investigaciones y avances en la comprensión del Alzheimer. En 2020, la Asociación Mundial de Alzheimer le otorgó el premio Bengt Winblad Lifetime Achievement Award.

Su interés científico por el Alzheimer surgió de una cuestión personal. Su abuela padecía la enfermedad. Recuerda que, mientras estudiaba primer año de medicina, fue a visitarla con su padre, y lo vio llorando porque ella no lo reconocía. Le habían buscado respuestas llevándola a varios especialistas en Medellín, pero les dijeron repetidamente que no había cura para ella. “A mí me pareció una negligencia de los médicos y me dije: ‘Cuando sea médico, eso no le va a pasar a ninguna abuela’”, recuerda.

Lleva 40 años trabajando para cumplir esa promesa y solucionar lo que considera un problema de salud pública. Según cifras de la Bright Foundation, alrededor de 55 millones de personas en todo el mundo padecen Alzheimer y se espera que la cifra aumente hasta 139 millones en 2050.

Colombia ha sido un campo extraordinariamente fértil para su trabajo en enfermedades neurodegenerativas. Un solo paciente, que trató en su residencia de neurología, le permitió profundizar y descubrir lo que nadie en el mundo sabía. Era un hombre de 47 años con demencia. A Lopera le llamó la atención el hecho de ser tan joven, pues los síntomas del Alzheimer comienzan a los 65 años. Durante sus investigaciones descubrió que al padre, al abuelo y a otras personas de esa familia les había pasado lo mismo.

“Fue una doble sorpresa: Alzheimer en jóvenes y hereditario. “Decidí ir al pueblo donde vivía el paciente e hice la primera genealogía de una familia con Alzheimer juvenil hereditario”, recuerda. En aquella época, los años 80, no se sabía cómo se relacionaba la genética con este tipo de demencia, pero Lopera estaba seguro de que ese era el tema a repasar con esa familia.

Él y el equipo del Grupo de Neurociencia de la Universidad de Antioquia han identificado a 25 familias antioqueñas que padecen Alzheimer a temprana edad. Se trata de un grupo de 6.000 personas, de las cuales 1.200 son portadoras de una mutación genética que produce este tipo de demencia. “En los años 90 encontramos el gen que causaba el problema. Fue un trabajo colaborativo con la Universidad de Washington, que permitió descubrir la ‘mutación paisa’; así es como lo llamamos”, dice.

Al otorgarle el premio a su exitosa trayectoria, la Asociación Mundial de Alzheimer destacó dos grandes aportaciones de Lopera y del Grupo de Neurociencias a la comprensión de la enfermedad: haber encontrado la mayor población del mundo con una forma hereditaria de Alzheimer juvenil, lo que llevó a el descubrimiento de la mutación paisa y haber liderado la Iniciativa de Prevención del Alzheimer, un ensayo médico que investigó si, limpiando el cerebro de amiloide –una conocida proteína precursora de esta demencia– se podía retrasar el desarrollo de sus síntomas. El estudio fracasó, pero en él encontraron a dos personas protegidas.

“En su biología estaban, al mismo tiempo, la enfermedad y la cura. Tenían la mutación paisa, que es 100% penetrante, y los condenaba a desarrollar síntomas aproximadamente a los 44 años, y sin embargo no enfermaban antes de los 70 o 72 años. Este descubrimiento abre un camino para la cura y prevención de la enfermedad”, explica Lopera. Recientemente encontraron dos más.

A sus 71 años, Lopera no contempla parar. Su trabajo lo llena de energía. “Es mi pasión”, dice alegremente. “Además, mi objetivo es encontrar una cura para el Alzheimer y todas las enfermedades neurodegenerativas. ¡Imagínese el pequeño problema en el que me metí!

Actualmente tiene varios proyectos en marcha. En alianza con sus discípulos Joseph Arboleda y Yakeel Quiroz, quienes lideran la investigación sobre el Alzheimer en la Escuela de Medicina de Harvard y el Hospital General de Massachusetts, respectivamente, desarrolla un proyecto para buscar seres más protegidos. Con otro alumno, Diego Sepúlveda, del Centro Clínico de la Universidad Eppendorf de Hamburgo, estudia el cerebro de pacientes que murieron de Alzheimer y otras enfermedades degenerativas para comprender qué sucede con el tejido. Y junto al Premio Nobel de Medicina John O’Keefe investiga qué sucede con la parte del cerebro que realiza las funciones del GPS en jóvenes que padecen la mutación paisa. “La enfermedad de Alzheimer comienza en la corteza entorrinal y el GPS descubierto por O’Keefe está justo ahí. La hipótesis es que se debe alterar, incluso antes de que comiencen a aparecer los síntomas de la enfermedad”, explica.

Lopera podría haberse retirado hace años, pero está decidido a seguir trabajando mientras su salud se lo permita. “Si algún día me obligan a jubilarme, seguiré trabajando. No he terminado de responder a todas mis preguntas”, afirma con energía.

*Apoyo de Ecopetrol, Movistar y Fundación Corona.

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